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Los elementos de la naturaleza nos acompañan desde el comienzo de la existencia en este planeta. Unámonos al elemento agua para regenerarnos y purificar nuestro interior y sentir, así, que formamos parte de una gran inmensidad.




Los elementos de la naturaleza nos acompañan desde el comienzo de la existencia en este planeta. Unámonos al elemento aire para sentir que formamos parte de su gran inmensidad.



Es conveniente realizar esta meditación varios días seguidos y cada vez que se realice hacer a continuación un ejercicio en el que haya que visualizar, para ir comprobando en qué medida vamos avanzando con la activación de la glándula pineal.




A veces, nuestra vida cotidiana, la gente o el ambiente en el que nos movemos, nos hace sentir baj@s de energía, con poco ánimo y absorbiendo problemas y sucesos que otras personas nos transmiten. Envolvernos y protegernos con energía blanca nos ayudará a que nuestro equilibrio energético se mantenga elevado.




Cuando nos conectamos con nuestro animal de poder, nos hacemos conscientes de su fuerza, su sabiduría, sus dones, capacidades..., todo ello comienza a formar parte de nosotr@s ayudándonos en nuestra evolución y aprendizaje.





Cuando somos adult@s, se nos olvida que en un tiempo fuimos niñ@s y que todo lo que vivimos en esa etapa fue algo esencial para el resultado de nuestra vida presente. Con esta meditación canalizada desde los registros Akáshicos espero, que quien lo necesite, pueda llegar a recordar y sanar todo lo que, en ese periodo de tiempo, fue origen de una desarmonía en las etapas siguientes de su vida.



    Hay veces que nos sentimos tristes, sin saber por qué; tenemos añoranza y sentimos que algo no recordamos y que estamos desconectad@s de ese espíritu infantil que una vez nos perteneció. Con esta meditación llegaremos a sintonizar y sentir esa niñ@ interior que seguimos llevando dentro de nosotr@s.



    Con esta meditación os propongo un ejercicio. Cuando veáis las imágenes reflejadas en los espejos intentad recordarlas y al finalizar separáis por un lado las imágenes que no eran terrenales y las que de alguna manera tiene que ver con vuestra vida terrenal. (No siempre tienen que ser imágenes, pueden ser sensaciones físicas, emociones, colores...) Éstas habrán sido creadas por vuestra mente y las no terrenales por vuestro interior y vuestro corazón.

                                   


      A veces la vida cotidiana hace que nos desconectemos de nuestra esencia. Uniéndonos a la tierra y al universo en forma de árbol, podemos sentir que estamos en unión con ellos y conseguir armonía y paz interior.

                                   

     A veces el parloteo de nuestra mente no nos deja conectar con nuestro interior y nos resulta difícil escuchar...

                                     


     Cuando nuestros chacras están alineados y equilibrados nos sentimos en armonía con todo lo que fluye a nuestro alrededor  y podemos conectar de manera más fácil con nuestro interior.
        Meditación canalizada desde los  Registros Akáshicos.



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